Todos los que hemos transitado por carreteras y sabemos de la cantidad de animales que son atropellados todos los años, bien porque han sido abandonados, bien porque algunas personas que se suponen son sus responsables acostumbran a tenerlos sueltos y sin control, solemos ir pendientes por si nos encontramos alguno en esa circunstancia.

Fue así como un señor que hacia la misma ruta todos los días debido a su trabajo, publicó en redes sociales que llevaba viendo durante tres días seguidos un perrito atropellado y que al parecer no podía moverse. Con mucho esfuerzo  ya que quien dio la voz de alarma solo dijo que el animal estaba en la carretera de Conil de la Frontera pero ni especificó kilometro, ni dio ningún dato más, encontramos tirado en el arcén completamente mojado y con una importante hipotermia (como mínimo llevaba allí tres días) un perrito al que solo le quedaba un hilo de vida que por la mirada que nos dirigió al acercarnos, él ya estaba a punto de cortar.

Todo lo que sigue os lo podéis imaginar, y es lo que nos distingue de personas que hacen mucho ruido en dichas redes y comentan lo apenados que están por haber tenido que mirar hacia otro lado cuando ven a un animal que necesita ayuda.

Pues todo lo demás es jugarte el tipo en una carretera con mucho tráfico, es recoger un cuerpo que no sabes ni cómo hacerlo para no hacerle más daño de los destrozos que ya presenta, correr a urgencias veterinarias, esperar un diagnostico complicado dado el estado del animal;  y ya con la sincera opinión del veterinario decidir si podremos hacer frente a todo lo que tiene que venir, suponiendo que salga adelante de las intervenciones a las que se tiene que someter,   barajar si tenemos casa de acogida que no solo acoja, sino que trabaje día a día para darle la rehabilitación que se indique o que lo traslade al centro donde se la darán, pensar que será muy difícil encontrar una familia de adopción para un perrito al que claramente le quedará alguna minusvalía, y por último y aunque pueda parecer muy frio decirlo y siquiera pensarlo, si podremos hacer frente económicamente a todos los gastos que su total recuperación ocasionará.

Bueno, damos por hecho que si ya habéis visto las imágenes que acompañan éstas palabras hemos conseguido superar todos los “peros” que se nos plantearon, aunque lo más justo sería decir que aquí quien ha luchado sin desfallecer nunca, y por lo que todos estamos convencidos que hoy Selva tiene un futuro, ha sido la Voluntaria que lo ha dado todo y más,  apostando muy fuerte por la rehabilitación de una perrita que muchos vieron y sabían que moriría donde estaba, pero que otros como el señor que la vio,  al menos se preocupó por dar el aviso.

Cuando veas a un animal abandonado, herido o atropellado, ayúdalo de la manera que puedas porque solo tu compasión.. no le servirá de nada.